Municipios como Centros de Longevidad ✌️
Buenísimo este artículo de DMITRY KAMINSKIY, del que destaco:
Ahora, los políticos se están poniendo al día. En los próximos años, un puñado de «estados inteligentes» surgirán como competidores globales en el desarrollo de ecosistemas unificados de la industria de longevidad, ofreciendo a sus ciudadanos acceso a los mejores ecosistemas tecnológicos de longevidad y a los productos y servicios de optimización de la riqueza disponibles, garantizados por el estado en lugar de por las corporaciones privadas.
Los municipios, y en particular las ciudades, se verán afectados por las consecuencias del envejecimiento de la población. En particular, verán una disminución de los ingresos fiscales y un aumento en el gasto en bienes públicos exigido por las personas mayores. El punto en el que estos municipios se convierten en centros de longevidad se acerca cada año.
Uno de los pilares del marco de siete pilares de NEOM, que se titula «Rejuvenizado», marca quizás la primera ciudad inteligente dirigida por el gobierno que prioriza la longevidad humana saludable como un objetivo y un activo explícitos. Mientras tanto, parece que el énfasis particular de NEOM en lo que significa la longevidad también está bien situado (es decir, proactivo en lugar de reaccionario) en el punto de que reconoce la necesidad de «transformar el envejecimiento en longevidad saludable«, así como el papel crítico que la tecnología desempeñará en el logro de su objetivo.
Para 2025, veremos la aparición del primer valle de longevidad, y para 2030, el primer estado de longevidad. El título del primer valle financiero de longevidad del mundo para 2025 irá a aquel que exhibe un dominio superior del enfoque tecnocrático de la gobernanza a nivel municipal. Durante la próxima década, el aumento de los centros industriales de longevidad definitivos de alcance completo conducirá a una intensa competencia entre ciudades y naciones.
Mientras que los principales impulsores de la industrialización de la longevidad en 2022 son los inversores y la industria privada, para 2030, los principales impulsores serán los gobiernos. Para entonces, su obligación de proporcionar aumentos sistemáticos y regulares en el HALE a nivel de población y los años de vida ajustados por calidad (QALY), y una reducción en los años de vida ajustados por discapacidad (DALY) será evidente y se considerarán un derecho de ciudadanía estándar entre los electorados en muchos países. Esto se convertirá en un importante punto de política electoral, que determinará el destino de las elecciones nacionales y regionales. La longevidad se convertirá en una nueva prioridad política del siglo XXI.